Un mercado lleno de burbujas

Bebidas sin alcohol

Evidentemente, cuando compran bebidas sin alcohol, los argentinos prefieren que tengan burbujas. Por lo menos así se desprende de un estudio sobre el sector de bebidas analcohólicas realizado por la consultora Key Market. Según el informe, las gaseosas y las sodas representan 71% del mercado en volumen y 80% en facturación.
En conjunto, el mercado creció entre 2002 y 2004 a una tasa promedio de 4% en volumen, pasando de 8.734 millones de litros el primer año a 9.087 millones en 2003 y 9.437 millones en 2004. La facturación se acrecentó 10,9%: de $4.387 millones en 2002 pasó a $5.198 millones el año siguiente y llegó a $5.399 millones en 2004.
Tanto el ranking por litros como por ingresos está liderado por las gaseosas, a las que siguen las sodas y, mucho más atrás, los jugos. En cuanto al volumen, las gaseosas representan 38%, las sodas 33%, los jugos 18%, las aguas minerales 7%, el agua en botellones 2%, los amargos 1% y las bebidas denominadas ønueva eraÓ conforman el restante 1%. De lo que el sector invirtió el año pasado en publicidad, 57% fue para gaseosas, 20% para aguas, 9% correspondió a amargos, 8% a bebidas ønueva eraÓ y 3% se destinó a jugos.
En casi todos los segmentos, menos en sodas, hay tendencia al aumento del consumo. Las curvas de crecimiento desde 1996 muestran una clara tendencia al alza de las gaseosas y a la baja de las sodas, así como una caída y posterior recuperación de los jugos, un crecimiento lento pero sostenido de aguas minerales, agua en botellones y bebidas «new age», y bastante estabilidad en los amargos.

Gaseosas

Según el informe de Key Market, el segmento de las gaseosas movió el año pasado 3.590 millones de litros por $3.240 millones.

El consumo per cápita, que en las décadas del 70 y 80 variaba entre 30 y 40 litros por año, creció sostenidamente desde los 90 Ëcon una única excepción en 2002Ë, impulsado por los líderes Coca-Cola y Pepsi Cola, para superar desde 2003 los 88 litros; todavía lejos de los 200 litros anuales por habitante de Estados Unidos.
Las gaseosas cola representaron, en 2004, 57% del mercado. Las de Lima-Limón 25%, las de naranja 6%, las de tónica 6%, las de pomelo 5% y las restantes, 1%. Las light reunieron 35%, frente a 65% de las regulares. Los envases más usados son los de plástico (77%), seguidos por los de vidrio (20%) y las latas (3%).
La marca líder es Coca-Cola, de la empresa homónima. La sigue Pepsi Cola, de PepsiCo.

Sodas

La categoría de las sodas es la única que atraviesa una progresiva senda de retracción ante la fuerte competencia de otros segmentos. En los últimos 15 años se contrajo aproximadamente 25%, aunque logró atenuar la caída al incorporarse a las góndolas de los supermercados. Pese a su curva descendente, sigue ocupando el segundo lugar en los rankings del sector, con 3.100 millones de litros y $1.085 millones en 2004. El consumo per cápita en 2003 fue de algo más de 86 litros.
Su principal atributo de venta es la variable precio y, en menor medida, el servicio de entrega a domicilio, atributos que incorporaron otros segmentos como las segundas marcas de gaseosas y aguas, los jugos y los botellones de aguas pura.
El subsector está liderado por Ivess, marca escoltada por Cimes.

Jugos

Analizado en conjunto, el segmento de los jugos cayó, entre 1997 y 2002, 30%, para volver a crecer luego a una tasa de 4% anual que todavía lo deja 20% por debajo del volumen de 1996, con un consumo actual per cápita de 46 litros anuales.
La recesión y la devaluación afectaron especialmente a los jugos refrigerados, por ser productos caros y, en su mayoría, importados, aunque desde el año pasado comenzaron a incorporarse algunas marcas nacionales. Los que mejor superaron la crisis fueron los jugos en polvo, elegidos por los consumidores debido a una combinación de buen precio, seguridad, practicidad y posibilidad de øestiramientoÓ en su rendimiento. Los jugos para diluir tuvieron un crecimiento importante hacia la mitad de la década de los 90, pero después su producción fue errática hasta que se estabilizó tras la devaluación.
Los jugos concentrados para diluir lideran el mercado con 53% del volumen total de producción, seguidos por los polvos para preparar (42%) y los jugos listos para beber (5%). El año pasado los jugos para diluir llegaron a 905 millones de litros y $162 millones; los jugos en polvo, a 735 millones de litros y $162 millones; y los jugos listos para beber, a 95 millones de litros y $114 millones. En cuanto al sabor, los de naranja lideran el segmento con 71%, seguidos por los de pomelo (13%), manzana (6%) y mezclas (6%). Medido por envase, el subsector utiliza plástico (49%), papel metalizado (42%), vidrio (6%) y cartón (3%).
El informe de Key Market señala que en jugos en polvo la marca líder es Tang, de Kraft Food, seguida por Mocoretá (de RPB), marca que, a su vez, lidera el subsegmento de jugos para diluir, escoltada por Carioca, de Coca-Cola. En jugos listos para beber la líder es Baggio, de RPB. Segunda se ubica Cepita, de Coca-Cola.

Aguas minerales y mineralizadas

En el país, como en el mundo, el segmento de las aguas minerales ha crecido por sus atributos asociados a la calidad y la naturaleza, con actores muy importantes, una tendencia a la concentración y diversificación en la cartera de productos. Una de las razones que le permitió superar sin mayores dificultades los años de crisis fue la incorporación de muchas soderías y supermercados al negocio.
En 2004, el subsector alcanzó los 638 millones de litros y los $320 millones, con un consumo anual per cápita superior a los 17 litros. Las aguas comunes representan 86% del mercado y las saborizadas, el restante 14%; las no gasificadas reúnen 69% de la producción y las gasificadas 31%; 78% se venden en envases plásticos y 22% en envases de vidrio.
La marca líder es Villavicencio, de Danone, seguida por Eco de los Andes, de Nestlé Waters.

Agua en botellones

El negocio del agua pura en botellones tuvo un fuerte crecimiento en los 90, de la mano de la incorporación de este servicio no sólo en el ámbito institucional sino también en el mercado hogareño, tanto a través de empresas multinacionales cuanto de emprendimientos de menor envergadura.
El segmento superó con bastante facilidad los años de la más profunda crisis y, en 2004, alcanzó los 191 millones de litros y los $74 millones, retornando a los valores previos a la crisis.
La marca líder es Sparkling, de Culligan Argentina, seguida por Villa del Sur, de Danone, ambas orientadas fundamentalmente a los canales institucional y hogareño.

Nueva era

El segmento denominado ønueva eraÓ incluye distintas bebidas: isotónicos, energizantes y basadas en soja, percibidas como productos saludables y que ayudan a acompañar un mundo de fuertes exigencias energéticas. Tuvo un gran crecimiento desde 1996 hasta 2000, triplicando la oferta y alcanzando ese año un récord de 101 millones de litros.
La categoría entró en una fuerte merma tras la crisis y posterior devaluación, encontrando su piso 25% por debajo en 2003. El año pasado creció hasta 82 millones de litros y $112 millones.
El subsector es liderado por Ades, de Unilever, marca escoltada por Vida, de RPB.

Amargos

Los aperitivos amargos elaborados con hierbas también se ven favorecidos por los nuevos hábitos de consumo, que se pueden resumir en productos más naturales.
En los 90, casi triplicaron su volumen de producción para alcanzar en 2000 los 92 millones de litros. Después de una caída corta y leve, superaron ese nivel el año pasado con 101 millones de litros, una facturación de $130 millones y un consumo per cápita de 2,7 litros.
La marca líder del segmento es Terma, de Cepas Argentinas, seguida por Herba, de ABC.