CLARIN.
La falta de precios de referencia y tasas accesibles complica las operaciones, pero el clima de negocios podría mejorar por las buenas perspectivas productivas.
Las
modificaciones ocurridas en el último tiempo en el tipo de cambio, hicieron
variar las relaciones de precio entre los insumos y por lo tanto también
variaron sus incidencias en los referidos costos. Incluso no fueron pocos los proveedores que salieron de manera provisoria
del mercado, a la espera de que se calmen un poco estas relaciones y
precios.
Además, la
inflación -más allá del tipo de cambio- y las altas tasas de interés han
tornado dificultosa la comercialización de maquinaria con aumentos en los
valores de la mano de obra, los combustibles, energía, autopartes y la mayor
necesidad de capital circulante.
Éste es el
panorama que se ha presentado en el sector desde hace unos meses.
No
obstante, el sector mantiene sus
buenas expectativas para el futuro mediato basadas en la cosechas de trigo y
las siguientes de gruesa para el próximo otoño, que se esperan resulten
muy buenas por cantidad de hectáreas sembradas y por rindes logrados.
Algunos
protagonistas, como por ejemplo varias marcas fabricantes de embolsadoras,
cabezales para cosechadoras, cosechadoras y acoplados para semilla, sostienen que la baja de las ventas entre
agosto del 2017 y el mismo mes del 2018 año ronda un 50% o 60%,
tendencia que arranca en octubre de 2017. En tractores la variación en menos es
de un 28% y en sembradoras la reducción es de un 20%.
Luego de Expoagro
el panorama pareció mejorar, pero transcurridas un par de semanas post feria
volvió la quietud.
Desde la tormenta del dólar, las operaciones se detuvieron en forma prácticamente
total ya sea por ausencia de demanda o porque las empresas no ofrecen productos
debido a que no tienen valor de referencia. Este freno tiene que ver con el
porcentaje de componentes importados que tiene cada producto.
Por otro lado, la
demanda está reticente a todo tipo de aumento de precio y además pelea a fondo
toda operación.
Otra situación
preocupante la pasan aquellos con mucho dinero a cobrar, de equipos financiados
a largo plazo. Algunos debieron deshacer operaciones, debido a la importante
descapitalización.
También sigue
dificultando y afectando mucho las ventas la falta de financiación a tasas amigables.
No son pocos los que sostienen que en este momento en el mercado de
maquinaria, influye más la incertidumbre que la rentabilidad del productor.
Mientras tanto,
fundamentalmente en el segmento de sembradoras y pulverizadoras, un buen
mercado externo desarrollado durante años de trabajo, le es favorable al
sector, debido a que el tipo de cambio ahora ofrece buena competitividad en el
exterior.
Las expectativas
de mejoras son para el tiempo mediato, ya que con una muy buena cosecha de
trigo y luego una gruesa con buenos rindes y con el acompañamiento de un par de
campañas de buenas lluvias el
ambiente de negocios mejorará.
Se intensifica
la caída de ventas de maquinaria agrícola
El
sector cierra un primer semestre con una merma en las ventas de cosechadoras,
tractores, implementos agrícolas y sembradoras. Los efectos de la sequía, la
devaluación y el aumento de las tasas de interés