Martín Ferreyra. TIEMPOAR.
Datos de un informe conjunto de las consultoras Ecolatina y Key Market. Entre enero y septiembre, el alojamiento de argentinos en el exterior subió 16,4% pero el promedio de los extranjeros lo hizo apenas un 4,9%.
El año se encamina a terminar con un déficit comercial récord que es objeto de alarma incluso entre los analistas más afines al gobierno de Cambiemos. Pero no es la única cuenta negativa que recaerá sobre las espaldas de los argentinos.
Un informe de las consultoras Ecolatina y Key Market anticipa la posibilidad de que la balanza turística finalice 2017 con déficit récord por encima de los U$S 10 mil millones, un dato que “profundiza el rojo del sector que ha experimentado Argentina desde 2011 en adelante”.
El informe al que tuvo acceso Tiempo, explicó que uno de los motivos principales es la evolución del tipo de cambio real: “Desde fines de la década pasada, Argentina demuestra tener una fuerte tendencia a la apreciación cambiaria que se sostiene hasta el día de hoy”.
Para las consultoras el problema tiene que ver con los intentos de controlar la inflación mediante el anclaje del tipo de cambio nominal. “Con excepción de los años 2014 (donde se registró una devaluación nominal de más del 20%) y 2016 (cuando se materializaron los efectos del salto cambiario del 40% generado a raíz de la salida del cepo en diciembre de 2015), el tipo de cambio real multilateral se ha movido siempre en dirección a la apreciación”, explicaron.
Esa apreciación del tipo de cambio tuvo dos efectos sobre el turismo internacional: “por un lado –señaló el informe- Argentina se vuelve más costosa para los turistas extranjeros, desincentivando la llegada de viajeros; por otra parte, se torna relativamente más barato para los argentinos vacacionar en el exterior, por lo que se incrementa la salida de turistas”.
Las consultoras destacaron que mientras el ingreso de turistas a través de los principales aeropuertos y el Puerto de Buenos Aires cayó un 15% entre 2010 y 2016, el egreso de viajantes subió un 100 por ciento: “Es decir, la apreciación cambiaria estimula en gran medida la salida de turistas residentes y reduce la llegada de extranjeros, acrecentando de esta forma el déficit del sector”.
En 2017 el turismo de los argentinos dentro del país creció pero a un ritmo menor que el turismo internacional. Entre enero y septiembre el promedio de noches de hospedaje de argentinos en el exterior subió 16,4% mientras que las que realizaron en algún destino de Argentina se incrementaron 4,9% comparadas con el mismo tramo de 2016.
Aunque el gobierno viene anunciando medidas y obras de infraestructura con el que aspira, según dice, a reducir los problemas de esta lucrativa actividad económica, Ecolatina y Key Market prevén que en el corto plazo el déficit sectorial se profundizará.
“Para 2018 el tipo de cambio real multilateral no sufriría cambios significativos, por lo que se mantendría el atraso cambiario existente. Este fenómeno, sumado a un poder adquisitivo en dólares que experimentaría una leve mejora el año próximo, probablemente contribuya a la profundización del déficit de divisas por turismo que viene experimentando Argentina durante los últimos 7 años”, plantearon las fuentes.
“El respiro –señala también el informe- podría venir por el lado del ingreso de turistas brasileros, cuya economía cerrará el 2017 con un crecimiento en torno al 0,7%, recuperándose así de la recesión sufrida en 2016, y con pronósticos de crecimiento en torno del 3% para 2018”, concluyó.