Por Jorge H. Armanini
Enfermarse, sufrir un accidente o que se extravíen las valijas son sólo algunos de los riesgos que implica viajar al exterior. ¿Qué brindan estos servicios que respaldan situaciones inesperadas?
Viajar implica tener en cuenta cómo protegerse en caso de
eventualidades. Existen dos formatos de cobertura al viajero que suelen
confundirse: la asistencia al viajero y el seguro de viaje. ¿De qué se trata
cada uno?
La diferencia entre ellos no sólo radica en el hecho de que se
resguarde a las personas, a los objetos o a ambos; sino también en los tiempos
en los que se ponen en funcionamiento al momento de un imprevisto.
La asistencia de viaje es
un conjunto de servicios disponibles las 24 horas que actúa en el momento
exacto en el que la persona lo precisa. Con la asistencia, el viajero solicita a la central de
emergencias la coordinación de los servicios sin tener que desembolsar dinero.
El seguro de viaje lo que
hace es reembolsar un determinado monto de dinero en caso de un inconveniente
luego de que haya ocurrido, es decir que tiene una efectividad posterior. Ante un siniestro, por ejemplo, el pasajero paga y
luego solicita el reembolso en la compañía contratada. Es por eso que no precisa de una red de prestadores
que proceda en tiempo real, ya que su objetivo es garantizar, a nivel
económico, el reintegro de lo gastado.
El seguro de viaje es un
modelo más funcional en los países desarrollados donde el viajero tiene límites
altos en sus tarjetas de créditos para poder afrontar un gasto y luego
reintegrarlo. En Latinoamérica el promedio de los viajeros tiene menos crédito
y no siempre maneja inglés para resolver fácilmente pagos en el destino.
Por lo general, la edad
del viajero es inversamente proporcional a su grado de consciencia en cuanto a
los riesgos de viajar sin protección. Cuanto más joven, menos importancia se le
da a viajar protegido.
A la hora de contratar una asistencia de viaje es importante
recordar que, según el destino que se visite y las necesidades particulares de
cada turista, las propuestas de este servicio pueden variar. Sin embargo, hay
aspectos básicos que se incluyen en todos los planes.
Entre sus productos principales, se encuentra la asistencia médica
como uno de los más importantes. La mayoría de las asistencias, Incluyen por
ejemplo: Visitas médicas, envío de ambulancia
al hotel, atención a urgencias odontológicas, el traslado de un familiar
en caso de internación y las repatriaciones sanitarias. Además, en caso de
accidentes hacia terceros implica la asistencia legal, entre otras
prestaciones.
Es fundamental conocer los requisitos que tienen los países que se van a visitar, en relación a las asistencias y seguros de viaje. En algunos de ellos es obligatorio contar con uno: es una exigencia de las autoridades migratorias. Este es el caso de los países europeos, donde la cobertura mínima necesaria es de 30 mil euros, y de Cuba, por ejemplo.
En otros destinos, la
decisión de contratar el servicio recae íntegramente en el pasajero. Estados
Unidos, al igual que muchos países de Latinoamérica, lo deja al criterio del
viajero.
Por otro lado, es importante evaluar que no es lo mismo vacacionar
en España que en Australia, por ejemplo, ya que posiblemente las actividades
que se realicen, el clima, los alimentos que se consuman y los riesgos
potenciales serán distintos. En ese marco, se puede además personalizar la
asistencia, sumando diversos beneficios. En el área médica, está la opción de
adicionar un seguro para realizar deportes de riesgo o contra enfermedades
preexistentes. Salvando las cuestiones de salud, la póliza puede, incluso,
realizar reembolsos por pérdida total o robo de equipajes y de dispositivos
móviles o celulares, cubrir gastos de cancelación o interrupción de viaje por
causas de fuerza mayor y transferir fondos en casos de urgencia.
Los servicios de asistencia al viajero o seguros de viaje, se
pueden contratar vía web o personalmente,
en las agencias de viajes, ciertas entidades bancarias (en el caso de
poseer una tarjeta de débito o crédito, muchas veces es probable que se
encuentre incluido de manera gratuita. Aunque en la mayoría sólo aplica a las
tarjetas de ciertas categorías –gold, platinum y black, entre otras).
Otros prestadores son obras sociales y prepagas que disponen de respaldo médico en el extranjero o tienen convenio con algunos hospitales y sanatorios. Como cada viaje es diferente y, por lo tanto, cada cobertura internacional también lo es, independientemente de la compañía que se contrate, el punto más importante es revisar en detalle qué incluye y, sobre todo, qué no incluye, para no sorprenderse en medio de una situación de emergencia en otra parte del mundo.