La amenaza china en la pesca del calamar en el Atlántico Sur es cada vez más preocupante.

CEPA.

Anuarios estadísticos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informan que anualmente se consume en el mundo 2,7 millones de toneladas de calamar.

De
acuerdo con fuentes del gobierno chino, sus buques capturan entre el 60% y el
70% del desembarque de calamar en aguas internacionales.

Sobre
esta base, es probable que una proporción similar se mantenga en el Atlántico
sur e incluye la pesca en la milla 201, la pesca ilegal en el mar argentino y
la realizada con las cuestionadas licencias del Reino Unido en aguas
circundantes a Malvinas.

En
la última década el incremento de la presencia de la flota china ha sido
sorprendente y el volumen de pesca, alarmante. Ha aprovechado épocas de
abundancia y se ha beneficiado incluso en períodos de bajo registro como fue, logrando
un notable mejor resultado al obtenido por Argentina operando en su zona
económica exclusiva (ZEE).

Diversos
informes permiten entender el predominio chino en la pesca del calamar en
particular en zonas tan distante como es el Atlántico sur. También las ventajas
artificiales con las que gozan, por ejemplo, con subsidios al combustible y a
la producción industrial, regímenes laborales muy cuestionables y sin aranceles
en los mercados de destino.

La
revista Science ha señalado que, sin estas distorsiones, la mayoría de la pesca
china no sería rentable a las tasas de explotación vigentes. La misma observación
la realiza Science Advance que afirma que el 54% de la pesca china sería
deficitaria sin subsidios.